DÍA MUNDIAL DE LA CULTURA AFRICANA Y AFRODESCENDIENTES
Comenzamos nuestras notas que se hacen eco de celebraciones de días dedicados en todo el mundo a una serie de causas, luchas, logros, realidades, derechos....
El 24 de enero se forma como el Día Mundial de la Cultura Africana y los afrodescendientes, y con este reconocimiento podemos abordar una realidad que a menudo es muy lejana y desconocida. El trabajo de la Fundación Kassumay con las comunidades del sur, y más concretamente de la Casamance, nos ha dado la oportunidad de conocer un poco más una parte (muy local y diminuta frente a la inmensidad de Africa) de esto, hoy, generalizada y llamada cultura africana.
Diembereng (Senegal)
Desde nuestra perspectiva del eurocentrista tendemos a reducir y concentrarnos en un concepto que debería ser un universo de conceptos. Las culturas africanas, encerradas en un continente a tan solo 14 km de la poderosa Europa, no pueden reducirse a una denominación simplista y a menudo dan la imagen estereotipada recurrente, que nos agrada en una imagen eterna donde los colores y el exotismo son suficientes para nosotros.
Estas culturas, sin embargo, están atrapadas en un mundo cambiante que viaja a una velocidad que no ha coincidido con el paso que marcó la vida cotidiana de diferentes realidades africanas. Las culturas, entonces, son víctimas y beneficiarias de los signos de los tiempos; están vivos.
Río Casamance (Senegal)
Los afrodescendientes, a menudo descendientes de ancestros que fueron retirados de sus tierras, conforman comunidades que han mantenido en mayor o menor medida rastros de sus culturas de origen. Encontramos comunidades importantes de afrodescendientes en países de América del Sur y, más conocidos y visibles por estar en una potencia mundial, podemos hablar de los afrodescendientes de los Estados Unidos. El origen de todas estas comunidades en Estados Unidos debe colocarlo en el horrible crimen de la trata de personas, secuestrado y vendido como esclavos.
Isla Gorée (Senegal)
Es necesario, pero también hablar de los afrodescendientes más actuales, los frutos de una movilidad global que en algunos casos permite estos cambios de la situación de la vida, pero también como una tabla de salvación frente a las condiciones de vida que no garantizan un mañana y que conducen a terribles viajes donde la muerte es uno de los posibles escenarios.
Las personas afrodescendientes que viven entre sí (entendimos como descendientes del país de supuesta recepción y que no han necesitado salir de ningún lado para llenar el pap) representan un toque de riqueza cultural que no podemos ignorar. Tal vez no podamos prepararnos para hacer un máster sobre las culturas del mundo -y tal vez no sea necesario-, pero tenemos la oportunidad de saber un poco más el uno del otro (si queremos, por supuesto), y hacerlo más cerca y acercarnos.
Puesta de sol en Casamance (Senegal)
Desde la Fundación Kassumay invitamos a todos a que nos dejemos absorber las culturas, en este caso las culturas africanas, para seguir creciendo en conocimiento, respeto y aprecio.
El 24 de enero se forma como el Día Mundial de la Cultura Africana y los afrodescendientes, y con este reconocimiento podemos abordar una realidad que a menudo es muy lejana y desconocida. El trabajo de la Fundación Kassumay con las comunidades del sur, y más concretamente de la Casamance, nos ha dado la oportunidad de conocer un poco más una parte (muy local y diminuta frente a la inmensidad de Africa) de esto, hoy, generalizada y llamada cultura africana.
Diembereng (Senegal)
Desde nuestra perspectiva del eurocentrista tendemos a reducir y concentrarnos en un concepto que debería ser un universo de conceptos. Las culturas africanas, encerradas en un continente a tan solo 14 km de la poderosa Europa, no pueden reducirse a una denominación simplista y a menudo dan la imagen estereotipada recurrente, que nos agrada en una imagen eterna donde los colores y el exotismo son suficientes para nosotros.
Estas culturas, sin embargo, están atrapadas en un mundo cambiante que viaja a una velocidad que no ha coincidido con el paso que marcó la vida cotidiana de diferentes realidades africanas. Las culturas, entonces, son víctimas y beneficiarias de los signos de los tiempos; están vivos.
Río Casamance (Senegal)
Los afrodescendientes, a menudo descendientes de ancestros que fueron retirados de sus tierras, conforman comunidades que han mantenido en mayor o menor medida rastros de sus culturas de origen. Encontramos comunidades importantes de afrodescendientes en países de América del Sur y, más conocidos y visibles por estar en una potencia mundial, podemos hablar de los afrodescendientes de los Estados Unidos. El origen de todas estas comunidades en Estados Unidos debe colocarlo en el horrible crimen de la trata de personas, secuestrado y vendido como esclavos.
Isla Gorée (Senegal)
Es necesario, pero también hablar de los afrodescendientes más actuales, los frutos de una movilidad global que en algunos casos permite estos cambios de la situación de la vida, pero también como una tabla de salvación frente a las condiciones de vida que no garantizan un mañana y que conducen a terribles viajes donde la muerte es uno de los posibles escenarios.
Las personas afrodescendientes que viven entre sí (entendimos como descendientes del país de supuesta recepción y que no han necesitado salir de ningún lado para llenar el pap) representan un toque de riqueza cultural que no podemos ignorar. Tal vez no podamos prepararnos para hacer un máster sobre las culturas del mundo -y tal vez no sea necesario-, pero tenemos la oportunidad de saber un poco más el uno del otro (si queremos, por supuesto), y hacerlo más cerca y acercarnos.
Puesta de sol en Casamance (Senegal)
Desde la Fundación Kassumay invitamos a todos a que nos dejemos absorber las culturas, en este caso las culturas africanas, para seguir creciendo en conocimiento, respeto y aprecio.
