DÍA INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN
Desde el año 2019, la ONU viene celebrando el día 24 de enero como el "Día Internacional de la Educación".
Desde la FUNDACIÓN KASSUMAY una vez más queremos aprovechar la oportunidad para hacer referencia a uno de los hechos que por su gravedad y trascendencia está siendo relevante durante este año 2022 en relación a la educación. Nos referimos a las restricciones, en este ámbito, que están sufriendo las niñas y mujeres afganas.
En agosto de 2021 con la llegada de nuevo al poder de los talibanes hubo una radicalización de costumbres con una mala interpretación e imposición estricta de la ley islámica (torturas, persecuciones, ejecuciones, aumento de las bodas forzadas, obligatoriedad de llevar burca, prohibición de la música y películas extranjeras...). El nuevo gobierno ha reinstaurado un emirato que con sus leyes ha limitado a todos niveles los derechos de las personas y muy gravemente los de las niñas y mujeres institucionalizando costumbres patriarcales y consiguiendo una regresión en el tiempo en el ámbito social. Todo esto está afectando de forma muy estricta, el día a día de las niñas y mujeres afganas.
Mujer con Burka Europe Press Donald R
De entrada les han prohibido el acceso a la enseñanza secundaria, es decir, a partir de los 12 años, y a mediados de diciembre también se les ha vetado el acceso a la universidad.
Teniendo en cuenta que la educación es la base para una sociedad justa, igualitaria y autosuficiente, que ayuda a erradicar la pobreza y el hambre, que contribuye a mejorar la salud y que promueve la igualdad de género y reduce la desigualdad social, reflexionamos y valoramos qué futuro tendrán si no pueden acceder a una educación digna.
Pese a que en Afganistán ir en contra de los talibanes y defender los derechos humanos públicamente tiene un coste personal elevado, varias líderes políticas, personas de la cultura y activistas sociales aseguraron que les plantarían cara. Muchas han tenido que exiliarse por el riesgo que corría su vida, pero desde fuera del país siguen luchando en defensa de las mujeres que se han tenido que quedar y por las libertades en su país.
Fawzia Koofi Activista política exiliada
A finales de diciembre en Kabul, y en una vivienda privada ha habido una protesta de un grupo de chicas contra el veto de los talibanes a la educación femenina, también en respuesta a la violencia con la que las fuerzas de seguridad han reprimido las últimas manifestaciones de mujeres organizadas en las calles. Han lamentado que la comunidad internacional permanezca en silencio (la ONU y la UE han hecho declaraciones condenando los hechos) y también han solicitado que se les devuelva la incorporación al mundo laboral en plenas condiciones.
Con el deseo de un rápido restablecimiento de las libertades acabamos con este pequeño poema:
"Si planificas por un año, planta trigo;
si planificas por una década, planta árboles;
si planificas para una vida, educa personas"
Desde la FUNDACIÓN KASSUMAY una vez más queremos aprovechar la oportunidad para hacer referencia a uno de los hechos que por su gravedad y trascendencia está siendo relevante durante este año 2022 en relación a la educación. Nos referimos a las restricciones, en este ámbito, que están sufriendo las niñas y mujeres afganas.
En agosto de 2021 con la llegada de nuevo al poder de los talibanes hubo una radicalización de costumbres con una mala interpretación e imposición estricta de la ley islámica (torturas, persecuciones, ejecuciones, aumento de las bodas forzadas, obligatoriedad de llevar burca, prohibición de la música y películas extranjeras...). El nuevo gobierno ha reinstaurado un emirato que con sus leyes ha limitado a todos niveles los derechos de las personas y muy gravemente los de las niñas y mujeres institucionalizando costumbres patriarcales y consiguiendo una regresión en el tiempo en el ámbito social. Todo esto está afectando de forma muy estricta, el día a día de las niñas y mujeres afganas.
Mujer con Burka Europe Press Donald R
De entrada les han prohibido el acceso a la enseñanza secundaria, es decir, a partir de los 12 años, y a mediados de diciembre también se les ha vetado el acceso a la universidad.
Teniendo en cuenta que la educación es la base para una sociedad justa, igualitaria y autosuficiente, que ayuda a erradicar la pobreza y el hambre, que contribuye a mejorar la salud y que promueve la igualdad de género y reduce la desigualdad social, reflexionamos y valoramos qué futuro tendrán si no pueden acceder a una educación digna.
Pese a que en Afganistán ir en contra de los talibanes y defender los derechos humanos públicamente tiene un coste personal elevado, varias líderes políticas, personas de la cultura y activistas sociales aseguraron que les plantarían cara. Muchas han tenido que exiliarse por el riesgo que corría su vida, pero desde fuera del país siguen luchando en defensa de las mujeres que se han tenido que quedar y por las libertades en su país.
Fawzia Koofi Activista política exiliada
A finales de diciembre en Kabul, y en una vivienda privada ha habido una protesta de un grupo de chicas contra el veto de los talibanes a la educación femenina, también en respuesta a la violencia con la que las fuerzas de seguridad han reprimido las últimas manifestaciones de mujeres organizadas en las calles. Han lamentado que la comunidad internacional permanezca en silencio (la ONU y la UE han hecho declaraciones condenando los hechos) y también han solicitado que se les devuelva la incorporación al mundo laboral en plenas condiciones.
Con el deseo de un rápido restablecimiento de las libertades acabamos con este pequeño poema:
"Si planificas por un año, planta trigo;
si planificas por una década, planta árboles;
si planificas para una vida, educa personas"
